Como las mujeres marroquís se han enfrentado a las limitaciones personales derivadas de la organización patriarcal de la familia.

VISITA FACEBOOK DE SABER PARA ENTENDER

Hace una década en un estudio de campo realizado con mujeres de procedencia marroquí que venian contratadas en origen, se identificaron toda una serie de aspectos que limitaban la consecución de la autonomía personal que muchas anelaban. Actualmente, las mujeres marroquíes han ganado en autonomía, poder y libertad, y ensanchan la esfera de su influencia. Hay que decir, sin embargo, que este hecho tangible y visible contrasta y desentona con el suspense y estancamiento de algunas mujeres del medio rural, más tradicional, que extrapolan sus tradiciones sin dejar lugar a cambio y progreso en el nuevo ámbito social.

Dificultades para comunicar y establecer opciones y voluntades propias.

Muchas de las mujeres marroquíes objeto del estudio estaban muy influenciadas por la organización patriarcal de la familia marroquí y por la tradicional sumisión de la mujer a la autoridad masculina. Estaban acostumbradas a que los demás decidieran por ellas, sin  dejar lugar alguno a la propia iniciativa. Siempre su vida estaba dependiendo de voluntades ajenas. Este es un hecho que era más evidente en el caso de las mujeres que provenian de zonas rurales donde se conservan patrones tradicionales más estrictos.

Este ensombrecimiento de la voluntad propia repercutia en la capacidad de resolver los problemas, dificultando así la consecución de la autonomía personal que muchas anhelaban.  Estaba tan arraigada la dificultad de comunicar y establecer opciones propias que muchas de las mujeres que emigraban con la idea de gozar de una mayor autonomía personal acavaban sometiéndose a la autoridad de otros de sus paisanos residentes en España.

La deficiente capacidad de hacer frente a los propios problemas y a la toma de decisiones, y  la ausencia de una persona que decidiera por ellas fuera de su entorno familiar más inmediato, provocaba un cierto desconcierto e impotencia.



Dificultad para expresar emociones. Bloqueos e inhibiciones emocionales.

En muchas de las mujeres  se observaba una contradicción entre el deseo de adquisición de autonomía personal y la incapacidad propia  para hacerlo realidad, por lo tanto  entre lo que deseaban y lo que hacian. Esta circunstancia les provocaba bloqueos emocionales. Interiorizaban los problemas y los sentimientos hasta que “reventaban”. Necesitaban exteriorizar sus sentimientos y lo hacian compartiendo y con somatizaciones.  Eran muy frecuentes  los episodios de ataques de ansiedad como respuesta a esta contradicción y a la necesidad no atendida de expresar los sentimientos.


Puntos de fuga o dificultades de conectar con la realidad.

Muchas de las mujeres se refugiaban en el ocultismo y en los poderes mágicos para evadirse de la realidad. Estas prácticas les  servian para luchar contra el dominio del varón o los ataques de otras mujeres. La mujer encubria así sus angustias, sus penas y esperanzas con un mundo imaginario y mítico.




Baja autoestima, altos niveles de ansiedad y miedos. Baja tolerancia a la frustración.

El autoconcepto y la autoestima estaban muy devaluados entre muchas de las mujeres objeto del estudio. Provenian de una historia de ocultación de los propios sentimientos, de enajenación de su  capacidad de toma de decisiones que les hacian sentir como incapaces, con lo cual no habia investigación de nuevos recursos personales y la tolerancia a la frustración era baja.


-  Desconocimiento de los recursos personales, y de las posibilidades de reconducirlos hacia objetivos beneficiosos.

La mencionada deficiente capacidad para hacer frente a los problemas que ivan apareciendo, por los motivos anteriormente expuestos, denotaba un insuficiente conocimiento de sus recursos personales y por lo tanto de la capacidad de conectar los objetivos vitales con la realidad. Esta falta de recursos para hacer frente a sus problemas implicaba una búsqueda constante de un punto de referencia en el que encontrar apoyo y comprensión.



Estas circunstancias nos permite pensar en mujeres con expectativas y ritmos diferentes en la asunción de su autonomía personal y, por lo tanto, de su adaptación a la sociedad de acogida.

Sebas Notario

Comentarios